Estas Navidades he visto muchos sorteos por redes sociales, y especialmente por Facebook e Instagram. Las marcas se han vuelto locas y se han puesto a sortear, con buen espíritu navideño. Y eso es genial.
Claro que una se fija en todo, y lo que más me ha llamado la atención no han sido los diseños llamativos o los titulares atrapa-leads, sino el que la mayoría se salta alguna política de Facebook.
Es verdad que Facebook no suele sancionar a menudo, pero también es cierto que, como te toque, despídete del concurso, y es posible que te bloquee la página. Vamos, que más vale no arriesgar.
En fin, que no me enrollo más: que lo que vengo a contarte en este post son las Políticas básicas de Facebook para hacer concursos y sorteos (¡ojo! Que no es lo mismo). Y tú ya las cumples si quieres. O no ☺
Tabla de contenidos
Antes de empezar, voy a matizar la diferencia entre un concurso y un sorteo. Básicamente, en un concurso se compite por el premio y se gana en base a esto (por puntos obtenidos, por votación de un jurado, por votación por popular…), mientras que en un sorteo, se regala al azar (ya sabes, tipo Lotería).
Por ejemplo: ganará la persona que suba la foto más creativa (en este caso, habrá un jurado designado que tendrá la capacidad de juzgar qué imagen es la más creativa).
En el caso del sorteo, nos permite elegir el usuario a dedo, es decir, desde usar una aplicación que busca el ganador de manera random (p.e. como random.org) hasta elegirlo a dedo. A ver, esto último no suele estar bien visto, pero lo cierto es que esta modalidad (y unas buenas bases legales, bien redactadas) te dan la opción de descartar a esos usuarios concurseros (es decir, a aquellos que sólo se dedican a participar en concursos y sorteos de todo tipo; de hecho, si entras en sus perfiles todo lo que verás en su timeline son estas participaciones).
Con los concursos y sorteos hay bastante confusión, ya que se suelen usar estas palabras como sinónimos, cuando no es así (al menos, legalmente hablando), y también hay que tener en cuenta, en base a esta legalidad, que Facebook se desmarca de tus actuaciones: es decir, tu empresa y/o marca (personificada en la página) es la única responsable del concurso o sorteo.
Bueno, pues ya teniendo clara la diferencia, pasemos a ver qué políticas se incumplen habitualmente (creo que más por desconocimiento que por otra cosa) y que no son legales, a ojos de Facebook:
La primera en la frente. Esto está prohibidísimo por Facebook: de hecho, en toda su buena fe, lo hace como prevención al spam y a las acciones fraudulentas, como se puede leer en Política de la Plataforma.
¿Cómo sortear esto, de acuerdo a la legalidad? Una de las maneras es sugerir en las bases legales que se hagan fans para saber el resultado del sorteo, que se publica en las redes sociales de la marca. No obstante, nunca puede ser un requisito para participar.
Igual que ocurre en el caso anterior, Facebook insiste en no fomentar otro tipo de acciones que no sean “Anima a las personas únicamente a iniciar sesión en tu aplicación, participar en una promoción de la página de esta o registrar una visita en un lugar, así como a usar Messenger para comunicarse con tu empresa”.
Tampoco está bien a ojos de Facebook: sus políticas indican que “Las páginas, los grupos y los eventos no pueden etiquetar contenido de forma incorrecta ni animar a los usuarios a que lo hagan”, así como “Las páginas, los grupos y los eventos no deben incentivar a las personas a usar indebidamente las funciones o funcionalidades de Facebook.”
Esto también aplica a Instagram: no puedes pedirle al usuario que se etiquete en una foto en la que no aparece.
¿Qué se puede hacer entonces? ¿No podemos pedir ni que etiqueten, ni que se hagan fans, ni nada?
Pues sí, puedes, pero no de manera obligatoria, ni como requisito para ganar un sorteo. Puedes animar o sugerir, y cuanto más creativo seas, mucho mejor.
De hecho, ya da bastante ‘bajona’ cuanto veo los mismos concursos una y otra vez, con dinámicas bastante poco creativas (aparte de incumplir las normativas de Facebook by the face). Esto incluye rollos tipo:
El rollo de los concursos/sorteos es que, si pones una dinámica muy compleja (y por compleja no quiero decir conseguir un cuerno de unicornio, sino, simplemente, hacer una determinada acción con el producto, fotografiarla y subirla a redes sociales), lo más probable es que el concurso no funcione (mucho) o que te encuentren más trolls de los esperados.
Y si la dinámica es demasiado sencilla, las interacciones tendrán poco valor (pensando a nivel de marca) y además entrarán muchos concurseros.
¿Cuál es el punto de equilibrio? Es complicado decirlo, y no hay una (única) respuesta válida. Es verdad que, personalmente, cada vez le doy más valor a las interacciones que implican al usuario y a la marca, y que prefiero pocos y buenos, que muchos y regulares (esto habría que discutirlo con algunas marcas, pero creo que es interesante).
Dejando de teorizar, os comento un caso concreto: recientemente hicimos una campaña para el Parlamento Europeo, llamada #ChangeTheStory. La campaña se dirigía a la Generación Z, heavy users de redes sociales, y el concurso consistía en que, tras hacer una serie de stickers para Instagram, que podían buscar en el hashtag #changethestory, les animábamos a hacer carteles en forma de stories con sus reivindicaciones: feminismo, medio ambiente, igualdad de oportunidades…
Ver esta publicación en Instagram#ChangeTheStory es la iniciativa que transforma tus Stories en pancartas para que las vean quienes pueden cambiar las cosas. Te damos la oportunidad de llevar al Parlamento tus reivindicaciones para una Europa mejor. Conoce más en nuestras Stories destacadas y haz llegar tu mensaje.
La campaña dio muy buen resultado (estoy siendo modesta, ha sido un petardazo de bueno, y nos ‘curramos’ mucho la inversión en Instagram Ads, la dinamización, influencers y todo lo que conlleva) y el concurso en sí no era sencillo, pero hubo muchas participaciones y muy buenas en forma de cartel-story.
El premio no era material: era que tu cartel podría estar entre los 30 seleccionados que se imprimirían y se pegarían en Bruselas, en el Parlamento Europeo. Pero generó mucho engagement con esta parte de la comunidad (que además creció mucho).
Ahí es donde puede estar la ‘chicha’: en la búsqueda del engagement. Busca el comentario que aporte valor, la participación interesante, la foto que despierte la creatividad. Al usuario, seguramente, le aburrirá si le pides que se haga una foto con tu producto (para empezar, lo tiene que tener, o tiene que comprarlo, o ir a la tienda), pero si haces alguna dinámica simpática que conecte con él, tendrás participaciones mejores.
Busca un hashtag que pueda nombrar, pídele un comentario que explote su creatividad. Eso sí, estate preparado, porque siempre hay alguna o varias críticas, y trolls que hay que evitar… pero eso es ya contenido para otro post.
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